Estaba yo el otro día jugando World of Warcraft ayudando a mi querida amiga Dombi, una elfa de la noche cazadora a subir de nivel cuando de repente sentí un rugido en el estómago lo cual me recordó la experiencia del Bigtio y fue entonces que me percaté de que ya eran las 12:30 am. y yo no había cenado.
Entonces le dije a mi amiga por el chat de grupo:
/p ey dombi, me estoy muriendo de hambre, esperame poquillo, voy a ver que hay de comer y si no encuentro voy al oxxo a comprar algo…
Entonces y sin esperar su respuesta deje la computadora y bajé corriendo a la cocina a abrir el refrigerador. Oh gran decepción que me llevé al ver que no había nada preparado ni nada combinable para preparar… así que agarre algo de dinero y decidí ir al oxxo a comprar unos burritos de machaca o chilorio.
Fue así como emprendí mi caminata al oxxo que en realidad está a 2 casas de la mia, ya eran las 12:40 am. Llegué y había alrededor de 7 personas haciendo fila por fuera de la puerta para comprar, aparentemente eran 2 taxistas, una prostituta, 2 vagos y 2 mujeres que llamaron mi atención. Pero no, no llamaron mi atención por guapas o por parecer colegas de la prostituta. Sino más bien por su apariencia de viejas fodongas desveladas de esas que gritan a media calle: «Juaaaan! contéstameee ca~ón traime una coca y un cigarro!!!«.
Entonces al fijarme bien noté que una de ellas era joven, de alrededor de 20 años y la otra mucho mayor, así que concluí que era su madre, pues estaban iguales de fodongas.
Total que me acomodé en la fila:
OxxoQueue<Persona> fila = OxxoQueue.getInstance(); fila.add(new Yo());
Jeje bueno eso no… Pues estaba yo al final de la fila, escuchando las conversaciones de los vagos, los radios de los taxistas, la prostituta regañando al vendedor del oxxo por darle los condones que no estaban en oferta, y notaba que las dos fodongas no hablaban lo cual por un momento me hizo pensar que venían por separado y no se conocían. Mientras el vendedor se hacía loco dando vueltas por dentro de la tienda, y todos nosotros afuera desesperados por su lentitud para atender yo pensaba a que mazmorra podía llevar a mi amiga Dombi para que se equipara, entonces estaba yo en la disyuntiva y de llevarla a Stratholme o a Scholomance, y en ese momento llegó el turno de que atendieran a la joven fodonga.
No le di importancia pues no me importa lo que la gente vaya a comprar al oxxo, pero mientras yo veía hacia la calle y pensaba en ayudar a mi amiga mi atención cae repentinamente en la fondonga, volteo rápidamente hacia ella y me quedo impactado al escuchar lo que la joven iba a comprar a las 12:43 am. Lo que escuché fue:
Dame una revista TVyNovelas, la más nueva
Me quedo en estado de shock por 4 segundos, no parpadeaba, y mi primera reacción interna fue:
WTF!
¿A quién rayos se le ocurre ir a esa hora de la noche a comprar una estúpida revista de esa clase?
O sea, para ser más claros… ¿A quién maldita sea! le importa si a Ninel Conde se le salió una chichi en su último table-concierto? ¿O a quién diablos le interesa si el joto de RBD por fin confiesa que es joto -lo cual ya sabíamos-? Correcto. A nadie. Ninguna persona que tenga vida propia y actividades laborales y un poco de dignidad está interesado en que si le pegaron a Fabiruchis por no querer pagarle a un joto o en que si demandaron a Paty Chapoy por difamación.
Todo eso pasó por mi mente en unos segundos y sentí unas enormes ganas de agarrar del pelo a la joven fodonga y estrellarla contra el cristal de la puerta. Pero lo resistí.
Entonces conté hasta 10 y me tranquilicé un poco. Luego el vendedor le grita desde adentro:
– ¿Esta revista?
Y responde la fodonga:
– Emmm… ¿esa es la más nueva?
– Pues… parace que sí.
– Entonces sí.
Entonces el vendedor marcó la venta, cobró y cuando le dio la revista en las manos a la fodonga, dijo la madre:
– Ey, esa no es la más nueva.
– Mmm si es.
– No, esa es la que traia la Bety, acuérdate de las fotos de William Levi.
– A ver… ayy si es cierto. ¡Ey muchacho! esta no es la más nueva, cambiamela.
Y yo atrás en la fila pensando, No no no no… ¡no puede ser! ¡apúrate maldita fodonga, llévate esa revista y largate!
Los dos taxistas se miraban uno al otro con miradas de desesperación: ¡No mams… no puede ser!. Entonces el vendedor camina con toda la calma del mundo al estante de las revistas, y se pone a buscar la TVyNovelas más nueva… Despues de revolver todas las revistas saca una y le grita a la fodonga:
– Aquí está esta…
– A ver fíjate en la fecha
– Emmm, no veo la fecha…
– Está en la orillita muchacho
– A ver mirala tú porque no la encuentro…
Y camina tranquilamente para mostrarle la revista a la fodonga, entonces ella la observa y le dice:
– Uhh muchacho, está es de mayo
– Ay pues yo que voy a saber
– Deberías de conocer lo que vendes
– Pues sí conozco pero no leo eso
– Bueno ps… ¿entonces no hay más?
Y en eso interviene la madre fodonga:
– Oye mija, ahora que me acuerdo la que traía la Bety no era la más nueva… ¿ya viste la fecha de esta?
– Ay es cierto, a ver… ayyyy esta es la de julio. Oyes muchacho esta revista es jeje.
Y todos atrás de ellas con cara de:
Entonces le dice un taxista muerto de la desesperación al vendedor:
– Oye wey ¡apurate no mams!
Y refuta la vieja fodonga:
– Esperese señor, nos está atendiendo.
Y por cada palabra de las fodongas más los segundos perdidos yo sentía que iba a morir, pero no sabía si de la desesperación o del hambre. Por fin las dos fodongas se van contentas con su revista. Los taxistas compran sus cigarros de media noche, los vagos compran sus pingüinos y su coca para cenar y yo compro mis burritos de chilorio.
Y entonces quizás se pregunten… ¿donde diablos está lo gracioso de la historia? Pues lo siento mucho jaja. No me pagan por hacerles reir, pero si me deleito en escribir mis historias de gente tonta que compra cosas tontas. Incluso así esta historia tiene un propósito:
La lección es: si vas a comprar estupideces a un lugar tan público como el oxxo, hazlo de la forma más discreta posible o podrías ser víctima de algún observador que después se burlará de tí y tus compras estúpidas.
P.D. Tampoco es mi intención hacerte reir con la moraleja.